
La percepción se deriva de los juicios. Habiendo juzgado, vemos, por lo tanto, lo que queremos contemplar. Pues el único propósito de la vista es ofrecernos lo que queremos ver. Es imposible pasar por alto lo que queremos ver o no ver lo que hemos decidido contemplar.
Mi único propósito hoy es contemplar un mundo liberado, libre de todos los juicios que he emitido. Padre, esto es lo que Tu Voluntad dispone para mi hoy, por lo tanto, no puede sino ser mi objetivo también.
En mi no deben quedar culpas ya, ni culpables, en mi debe haber paz y disposición a perdonar a todos, a limpiar y sanar. Así como no debe haber culpables tampoco debe haber juicios ni condenas, solo paz y aceptación. Es la única manera que me permite mantener esta conexión amorosa con el Padre en que todo fluye y viene hacia mi y solo así puedo servir a otros y que vean en calma sus errores y se dispongan a cambiar.
Humberto
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